¡No a la Pedofilia!
La pornografía infantil es la peor lacra que tiene Internet. Se calcula que uno de cada dos delitos que se cometen en la Red tienen que ver con el abuso sexual de los niños.La pornografía infantil es la reproducción sexualmente explícita de la imagen de un niño o una niña. Se trata, en sí misma, de una forma de explotación sexual de los niños.
Estimular, engañar o forzar a un niño para posar en fotografías o para participar en videos pornográficos es ultrajante y supone un menosprecio de la dignidad y la autoestima de los niños.
Además, existen hackers que se dedican a "reventar" estos temas. Por desgracia, yo no tengo conocimientos informáticos para tanto, pero sí puedo hacer algo, y tú también: poner en conocimiento de las Autoridades y de las Asociaciones que luchan contra la pedofilia la existencia de tales sitios web.
Por una red más limpia, colabora con nosotros. Ten en cuenta que las imágenes de pornografía infantil se obtienen a partir del sufrimiento de miles de niños de numerosos países, y no son equiparables a otros tipos de pornografía. Informar sobre ellas es fundamental para detener a sus autores y proteger a los niños.
Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en que la excitación o el placer sexual se obtienen, principalmente, a través de actividades o fantasías sexuales con niños de, generalmente, entre 8 y 12 años.
A la persona que padece pedofilia se le denomina pedófilo, un individuo de, al menos, 16 años que se entretiene sexualmente con menores de 13 y respecto de los que mantiene una diferencia de edad de, por lo menos, cinco años.
La pedofilia es un rasgo multifactorial en la personalidad del que la padece, y se compone de aspectos mentales, institucionales, de actividad, de educación sexual, de violencia, de control de las pulsiones, etc. En este sentido, se suelen distinguir dos tipos de pedofilia, una primaria o esencial, muy arraigada en el sujeto, y otra secundaria (u otras), que aparecería motivada por factores circunstanciales.
Por lo demás, en determinados casos en que la relación entre el pedófilo y el menor se prolonga en el tiempo, puede haber por parte del adulto un enamoramiento real con esa persona a la que él considera como su joven pareja, sobre todo cuando esta se halla en la edad de paso entre la infancia y la pubertad.
Existen, a este respecto, diversas asociaciones de pedófilos que reivindican la pedofilia como una forma más de vivir la sexualidad humana y que, en consecuencia, debe ser aceptada con naturalidad por parte de la sociedad.
Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos o casi inofensivos, hasta aquellos en que alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. A la actividad sexual de un pedófilo con un menor de 13 años se lo conoce con el nombre de abuso sexual infantil o pederastia (palabra que, etimológicamente, significa lo mismo que pedofilia).
Estimular, engañar o forzar a un niño para posar en fotografías o para participar en videos pornográficos es ultrajante y supone un menosprecio de la dignidad y la autoestima de los niños.
Además, existen hackers que se dedican a "reventar" estos temas. Por desgracia, yo no tengo conocimientos informáticos para tanto, pero sí puedo hacer algo, y tú también: poner en conocimiento de las Autoridades y de las Asociaciones que luchan contra la pedofilia la existencia de tales sitios web.
Por una red más limpia, colabora con nosotros. Ten en cuenta que las imágenes de pornografía infantil se obtienen a partir del sufrimiento de miles de niños de numerosos países, y no son equiparables a otros tipos de pornografía. Informar sobre ellas es fundamental para detener a sus autores y proteger a los niños.
Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en que la excitación o el placer sexual se obtienen, principalmente, a través de actividades o fantasías sexuales con niños de, generalmente, entre 8 y 12 años.

La pedofilia es un rasgo multifactorial en la personalidad del que la padece, y se compone de aspectos mentales, institucionales, de actividad, de educación sexual, de violencia, de control de las pulsiones, etc. En este sentido, se suelen distinguir dos tipos de pedofilia, una primaria o esencial, muy arraigada en el sujeto, y otra secundaria (u otras), que aparecería motivada por factores circunstanciales.
Por lo demás, en determinados casos en que la relación entre el pedófilo y el menor se prolonga en el tiempo, puede haber por parte del adulto un enamoramiento real con esa persona a la que él considera como su joven pareja, sobre todo cuando esta se halla en la edad de paso entre la infancia y la pubertad.
Existen, a este respecto, diversas asociaciones de pedófilos que reivindican la pedofilia como una forma más de vivir la sexualidad humana y que, en consecuencia, debe ser aceptada con naturalidad por parte de la sociedad.
Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos o casi inofensivos, hasta aquellos en que alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. A la actividad sexual de un pedófilo con un menor de 13 años se lo conoce con el nombre de abuso sexual infantil o pederastia (palabra que, etimológicamente, significa lo mismo que pedofilia).

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